Apolo y el amor.




Se presentaba a Apolo como un Dios muy hermoso, alto,notable especialmente por sus largos bucles negros de reflejos azulados,como los pétalos del pensamiento.No es de extrañar que tuviese numerosos amoríos con ninfas y mortales.


Apolo y Dafne



Amó a la ninfa Dafne, hija del dios-río Peneo, en Tesalia.Esta pasión se la había inspirado el rencor de Eros, irritado por las mofas de apolo al practicar el manejo del arco- ésta era, en efecto, el arma por excelencia de Apolo-. La ninfa no correspondió a sus deseos y huyó a las montañas. Desgraciadamente Apolo no paró hasta encontrarla y cuando estaba a punto de ser alcanzada, dirigió una plegaria a su padre rogándole que la metamorfoseara para lograr escapar de los brazos del Dios. Este favor fue concedido por su padre que la transformó en Laurel, árbol consagrado a Apolo.
Casandra y Apolo
Con Casandra, hija de Príamo, tampoco el amor favreció al Dios. Apolo amaba a Casandra, y, para seducirla , le prometió enseñarle el arte de la adivinación. La joven aceptó las lecciones; pero, una vez instruida, lo rechazó. Apolo se vengó retirándole el don de insìrar confianza con sus predicciones. Por ello, la desgraciada Casandra, pese a profetizar las cosas más ciertas, no era creida por nadie.






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